Texto: Alexia de la Morena. Foto: Vogue
¿Cómo nos ven los demás? ¿Qué información genera mi imagen?
Una imagen vale más que mil palabras, el motivo es porque el ser humano es visual por naturaleza, percibiendo a través de este sentido sensorial el 80% de la información que recibe del mundo.
Somos visuales por naturaleza
La visión y el cerebro son indesligables en la realidad de lo que percibimos.
La información que entra por los cinco sentidos impacta en nuestro interlocutor: cómo nos ve, mantenimiento del contacto visual, indumentaria, tono de voz… El sentido sensorial visual que más información capta de nuestra realidad y más desarrollado está, es la vista que nos protege y alerta de situaciones beneficiosas o peligrosas en nuestro entorno diario. Nuestra capacidad para reconocer imágenes es ilimitada. Por esta razón solemos olvidar los nombres pero generalmente solemos recordar imágenes o caras.
¿Somos conscientes de la Imagen que proyectamos en los demás?
Gracias a la neurociencia aplicada a la Imagen se ha podido comprobar el efecto que nuestra imagen causa en los demás, que se encuentra en muchas ocasiones curiosamente distorsionada por nosotros mismos.
Experimento Dove
El experimento social que realizó la marca Dove y la agencia Ogilvy Brasil con la campaña titulada ‘Retratos de belleza real‘, sirvió para demostrar como la mayoría de las personas tiene distorsionada su propia imagen y es muy crítica consigo misma.
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La neurociencia nos revela que la mayor parte de la actividad cerebral transcurre al margen de la conciencia y que el cerebro tiene la capacidad de percibir y procesar la información no verbal de forma no consciente. En nuestra comunicación participan de manera consciente e inconsciente el silencio, el tono de voz y los gestos de nuestro cuerpo.
El cuerpo expresa, seduce, agrede y miente…
El lenguaje corporal considerado como el mensaje inconsciente y secreto del cuerpo transmite emociones, indica el estado de ánimo y las intenciones del individuo, y las características de nuestra personalidad (Mario Alberto Vestfrid 2010).
En 1978, el psicólogo estadounidense Paul Ekman, descubrió que el rostro puede generar más de 10.000 expresiones, entre las cuales describió siete tipos de sonrisa (sincera, atenuada, falsa, burlona, orgullosa, temerosa y triste).
¿Sabías que el lenguaje no verbal comunica más?
La imagen personal, es la herramienta más poderosa para comunicar e influir en la percepción que los demás tienen de nosotros. Según numerosos autores la información visual que recibimos cuando comunicamos proviene aproximadamente en un 93% de la comunicación no verbal y en un 7% de la comunicación verbal.
El cuerpo y la voz, se convierten en herramientas de comunicación, gestores de nuestro lenguaje[1] verbal y no verbal que son cruciales para el éxito de nuestro mensaje como tarjeta de presentación a las personas.
La persona que nos ve por primera según el investigador Albert Mehrabian (1650) recibe en el 55% de la información de nuestra imagen visual: la apariencia –la vestimenta-, el aseo personal y el lenguaje corporal o no verbal –gestos, posturas-, mientras que el 38% de la forma de hablar es auditiva donde adquiere relevancia el tono, la cadencia y timbre de voz y donde sólo el 7% corresponde al contenido de tu discurso. Lo que significa en palabras de Marie Louise Pierson que primero somos vistos, luego oídos y finalmente comprendidos.
Atención entre los primeros 2 y 5 minutos
Cuando interactuamos con una persona los primeros 2 y 5 minutos son vitales para mantener la atención. El periodo más crítico cuando se produce el primer encuentro con una persona son los primeros 2 minutos donde se produce la mayor de la atención y 5 minutos críticos en los que se realizar un juicio de valor y se forman y se refuerzan las impresiones según Psicólogos Sociales.
Por esta razón es importante que la información que transmites sea atractiva, dinámica, coherente y concisa, y alineada con nuestra imagen y marca personal.
Lo que más atrae la atención de tu imagen personal
El foco de atención se mantiene durante los 5/7 segundos según el tema y nivel de interés
¿Sabías que las personas tienen una primera impresión de nosotros a los 7 segundos de conocernos? En esos primeros 7 segundos la mente comienza a buscar recuerdos como estereotipos, status social (perfil económico, intelectual, social), y si nuestros genes se parecen a alguien que conocemos.
Un hombre generalmente cuando ve a una mujer se fija en el cuerpo, la cara y la vestimenta mientras que la mujer se fija en un hombre cómo viste, los ojos, la cara y sonrisa y el cuerpo según estudios de Allan Pearson.
Un truco según el investigador Eckhard Hess, un precursor de la pupilometría, es comprobar si la pupila se dilata cuando se recibe el mensaje del intelocutor debido a que es una señal para saber si a una persona le interesa nuestro dicurso o se siente atraído por nuestra apariencia.
La primera impresión cuenta
La gestión adecuada de tu propia imagen personal, aunque no seamos consciente de ello -ya que se proyecta nuestra identidad a través de la imagen-, es crucial para el éxito de las relaciones y para la consecución de los objetivos tanto en el ámbito personal como en el profesional.
Cada uno de nosotros transmitimos unos códigos que los seres humanos percibimos y procesamos siendo el físico un atributo esencial en la elaboración de nuestra identidad.
La percepción visual es el proceso de recepción e interpretación de la información recibida en donde los ojos y el cerebro interpretan nuestro conocimiento en una fase analítica que refleja la manera en que nos relacionamos con el mundo y con los demás como resultado que la mente es un constructor activo de nuestra realidad a través de las percepciones en donde la decodificación del significado visual depende de la experiencia personal e intelectual de cada uno.
En el mundo de los negocios la apariencia personal está construida en un 90% en donde los empleados se convierten en los embajadores y en los responsables de transmitir la credibilidad de los productos y servicios.
La importancia de nuestra imagen en el cerebro de los demás
Se asocia la imagen de cada persona, con juicios y valores predefinidos, de modo que el inconsciente crea un filtro, que nos hace receptivos a los datos que coinciden con esa imagen y que permiten transmitir nuestra identidad y en ocasiones la identidad de empresa.
La imagen personal o apariencia de las personas comunica cómo somos, así como nuestro estado de ánimo, la seguridad, autoestima y confianza así como el respeto hacia uno mismo y los demás.
Las apariencias personales que transmiten profesionalidad, energía y compromiso tienen mayor aceptación en la sociedad. Para potenciar la imagen personal es imprescindible tener una coherencia en la imagen externa (las características físicas de una persona, vestimenta, higiene personal…) la expresión (posturas y movimientos corporales, gesticulación, el tono de la voz…) y la actitud.
Las mujeres y los hombres físicamente atractivos suelen tener un concepto más positivo, transmiten más seguridad y son valorados como más competentes y capacitados que aquellos menos favorecidos.
El efecto Halo de la Belleza:
El efecto Halo es aquel en el que a una persona atractiva se le atribuyen características positivas sin comprobar si las tiene.
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Bibliografía
Pearson, Allan (2006). ‘El lenguaje del cuerpo’. Pearson Higher Education.
Pierson, Marie-Louise (1992). ‘La imagen personal’. Manual de instrucciones”, Ed. Deusto.
Stars, G. Gabrielle (2010). Feeling Beauty. The Neuroscience of Aesthetic Experience.
Vestfrid, Mario Alberto (2013). El mensaje inconsciente y secreto del cuerpo. http://latramainvisible.blogspot.com.es/2010/11/mensajes-secretos-del-cuerpo-la.html
Ribeiro, Lair (2001). ‘La comunicación Eficaz’, Editorial Urano Barcelona.
[1] Para el experto psicólogo José Miguel Fernández Dols el lenguaje verbal no existe si no lo que existe es una comunicación no verbal traducidas como conductas no verbales, lo que significa que los gestos no siempre significan lo mismo.